El Puente de los Suspiros es uno de los más famosos de Venecia. Construido a principios del siglo XVII en estilo Barroco, este puente conecta la Nueva Prisión con las salas de interrogatorios del Palacio Ducal: originalmente era el pasadizo por el que los prisioneros eran conducidos a prisión, y su nombre viene de esta particular utilidad.
Hoy el Puente de los Suspiros se puede admirar desde la calle que tiene enfrente, o desde el canal que fluye por debajo del mismo. También es posible acceder desde el Palacio Ducal como parte de un tour especial con guía.
Tal es la reputación del Puente de los Suspiros que su estructura arquitectónica ha sido replicada en varias ocasiones en el mundo, con copias parecidas al original veneciano.