La Basílica de San Marcos es la iglesia más grande y la más importante de Venecia, así como el principal monumento de la Plaza de San Marcos. El presente edificio fue construido entre los siglos IX y XI sobre las ruinas de una iglesia muy anterior, y fue terminada ya en el siglo XIII.
Conocida con el sobrenombre de la “Iglesia de oro” por su estatus como símbolo de la riqueza y poder venecianos, la Basílica de San Marcos presenta una opulenta fachada exterior coronada por las cúpulas. En su interior contiene algunas obras maestras artísticas de valor incalculable: desde los espléndidos mosaicos bizantinos a la Pala d’Oro (Retablo de Oro), un verdadero tesoro de la artesanía orfebre veneciana.
La Basílica de San Marcos es una visita obligada en cualquier viaje a Venecia, pero para descubrir todos los secretos de este increíble monumento se recomienda un tour con guía.