Verona es un importante centro cultural, pero fuera de sus murallas hay muchos otros lugares de interés que merece la pena visitar por su tradición gastronómica y sus paisajes naturales.
La ciudad de Sirmione, cuyo centro histórico está situado en la península que divide la parte inferior del Lago Garda, es un destino precioso, conocido por sus termas romanas.
Una visita a Sirmione te permitirá descubrir grandes tesoros arquitectónicos e históricos, y también tomarte un momento para relajarte y aprovechar los spas termales que hay por toda la zona.