El Cenacolo Vinciano (conocido también como “La Última Cena”) es una de las más famosas obras de arte del mundo: una pintura a la témpera que Leonardo da Vinci realizó por encargo del Duque de Milán.
Está situada en el refectorio de la Iglesia de Santa María de Gracia y es hoy una de las atracciones turísticas más visitadas de Milán: para admirarla tienes que reservar entradas por adelantado, o unirte a una visita guiada.
Rodeada de un aura de misterio y teorías esotéricas que han aumentado su encanto, la Última Cena merece por supuesto una visita por el dominio que presenta su técnica de ejecución. Aunque ha sido restaurada en varias ocasiones, La Última Cena aún conserva la misma magnificencia que la ha convertido en una de las más grandes obras de arte del Renacimiento italiano.